Exposición de la inteligencia
emocional del grupo A1
Hace unas semanas nuestros
compañeros del grupo A1 nos deleitaron con una exposición sobre la inteligencia
emocional que nos dejó cuanto menos boquiabiertos. Primero fue la sorpresa de
descubrir que su presentación estaba llena de dinámicas y juegos en las que
todo el A2 participamos, luego la preocupación y los nervios de pensar que
nuestra exposición (que se hacía a la semana siguiente) fuese a ser mucho peor
que esta. Estábamos divirtiéndonos por lo que estaba ocurriendo en clase,
alegres y orgullosos de cómo se habían organizado, preocupados por nuestra
propia exposición y contrariados por todo lo que estaba ocurriendo en tan
pequeño espacio de tiempo. Al final de la presentación terminamos enfurecidos y
frustrados porque nos habían dicho que debíamos hacer un examen sorpresa que
resultó ser una simple manera de hacernos ver cómo pueden cambiar nuestras
emociones y que nunca se llegó a evaluar. Aunque más que una prueba yo lo definiría
como una broma de mal gusto, sin querer ofender a mis compañeros del A1. En
definitiva, en los rostros de todos los que estábamos allí sentados se
entrevieron diferentes expresiones de emociones durante el trascurso de las dos
horas, emociones que también se vieron en los que estaban realizando la
exposición: alegría al ver que salía como ellos pensaban, nervios y miedo por
no querer estropear nada, relajación cuando todo terminó y había salido perfecto…
Debo admitir que no recuerdo muy
bien la explicación teórica que dieron en su presentación, ya que fueron
muchísimos conceptos, teóricos y prácticos, que se atropellaron unos a otros
durante dos cortas horas, pero si me quedé con la base de todo:
Las emociones se encuentran en
cualquier situación, en clase, en la calle, en casa… y todas las personas las
tienen, cada una a su manera. Además, es muy fácil hacer cambiar de emoción a
una persona con unas simples palabras o unas acciones (abuchear o animar, poner
un examen sorpresa, escuchar un tipo de música u otro… fueron alguno de los
ejemplos que nos dieron en la exposición) por lo tanto hay que tener cuidado
con lo que cada uno dice y hace, ya que puede afectar en mayor o menor medida a
alguien a quien apreciamos.
Y esta última frase encaja
perfectamente con el uso de la Programación neurolingüística, nuestra
exposición, donde las cosas vistas desde dentro son diferentes. Pero esto será otra
entrada que ya publicaré más adelante.
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