lunes, 22 de abril de 2013

Mi experiencia tutorial


Mi experiencia tutorial

Comenzaré diciendo que durante mi etapa en Educación Infantil y Educación Primaria estudié en un CRA, la verdad es que creo que aprendí muchísimas cosas y disfrute mucho.
A continuación paso a contaros mi experiencia con los tutores a lo largo de toda mi etapa escolar.
Recuerdo que el primer año de colegio (le empecé con tres años), mi tutora se llamaba María del Carmen, ella era una docente entregada a sus alumnos, siempre pendiente de todo, tenía una madurez y una estabilidad emocional propia del perfil de un tutor. También tenía muy buena relación con todos los alumnos y con todas las familias, ayudando así a cualquier problema que surgiese en el aula o fuera (mediadora de conflictos). Creo recordar que esa maestra jamás nos demostró ningún aspecto negativo, es decir, y como debe tener el perfil de un maestro-tutor, contaba con una actitud positiva hacia los alumnos. Respecto a su formación psicopedagógica considero que tenía una buena base, con las actividades que realizábamos en clase daba a entender que conocía muy bien las teorías psicopedagógicas y que, por lo tanto era capaz de programar el proceso de enseñanza-aprendizaje más adecuado a las características del grupo de alumnos.
Considero que además esta docente conocía el currículo de la etapa a la que impartía clase, (en este caso segundo ciclo de Educación Infantil), es necesario que cada tutor conozca el currículo de la etapa en la que imparte clase para así poder desempeñar su labor docente de acuerdo con lo que imparte la ley. Si esto no se llevase a cabo, ¿estaríamos haciendo bien nuestro trabajo?
Como bien sabemos, la acción de orientar en la etapa de Educación Infantil se debe centrar de manera especial en las familias. Para que esto se pueda llevar a cabo el tutor deberá ejercer una serie de funciones dentro el centro y con el grupo de alumnos.
No todos los tutores consiguen llevar a cabo todas las funciones. En el caso de esta docente se podría decir que la tarea de coordinar el proceso de evaluación de los alumnos y adaptar la decisión de promoción de estos de un ciclo a otro, previo acuerdo con los padres y tutores legales era llevada a cabo con regularidad. Además era una docente entregada a la atención de las dificultades de aprendizaje de los alumnos, para proceder a la adecuación personal del currículo.
  
También era una maestra entregada en la integración de los alumnos en el grupo y en fomentar la participación en las actividades del centro, tanto por parte de los alumnos como por parte de las familias de todos ellos.
                                                                                         
Siempre estaba atenta para encauzar los problemas y las inquietudes de los alumnos. Cada vez que observaba un problema se preocupaba en informar a los padres, maestros e inclusos a los alumnos del grupo de todo lo que concierne a la actividad docente. Otra de sus grandes preocupaciones era atender y cuidar a los alumnos en periodos de recreo y en otras actividades no lectivas.
Era una docente entregada a su trabajo, se desvivía por sus alumnos y por el resto de alumnos del centro aunque no les diese clase, éramos como una gran familia, debido a lo pequeño que era el centro.
Pienso y creo que no me equivoco que es fue una tutora ejemplar, entregada a su trabajo. Sé que no debe ser nada fácil atener a niños de diferentes edades en un mismo aula, pero ella realizaba actividades conjuntas para que así todos pudiésemos participar en todas las tareas que se hacían fuera y dentro del aula.
Durante el segundo año del segundo ciclo de infantil tuve una mala experiencia con mi tutora, a pesar de seguir todo el segundo ciclo de Educación Infantil juntos, la tutora del año anterior fue trasladada a otro centro dentro del CRA (por lo que la veíamos en las excursiones que realizábamos todos los centros).
La tutora de ese año no tenía una estabilidad y madurez emocional propia del perfil de un tutor, muy a menudo tenía unos grandes cambios en su estado emocional, apenas era capaz de adoptar una actitud de empatía tanto con los alumnos como con las familias e incluso en alguna ocasión con los demás maestros del centro. Recuerdo que ningún familiar estaba muy a gusto con ella, numerosas veces estaba de baja (no recuerdo muy bien los motivos) y cada día teníamos un profesor encargado de hacer su trabajo. No puedo contar mucho más sobre esta docente a la que, a pesar de ser nuestra tutora poco conocíamos.
En mi opinión creo que una docente con estas características, debería de mejorar muchos aspectos para conseguir así poder llevar a cabo la labor de tutor/a correctamente.
He de añadir, que gracias a formar parte de una gran familia en el centro escolar, maestros de diferentes clases nos ayudaban a adaptarnos a los sustitutos que venían y a estos adaptarse a nosotros. Ayudaban a que resolviéramos nuestros problemas, es decir, hacían de mediadores de conflictos. En numerosas ocasiones también se preocupaban por nuestras dificultades en el aprendizaje.
                                         
Para mí, un docente así de entregado tanto con sus alumnos como con otros alumnos del centro es un buen docente. Pienso que al tratarse de un colegio pequeño también es más fácil, ya que, conoces a todos o casi todos los alumnos del centro.
Durante mi último curso en Educación Infantil conté con una tutora con unas características muy similares a las de mi primera tutora. Al igual que mi primera tutora tenía una gran madurez y estabilidad emocional, era una persona capaz de interactuar y establecer relaciones personales con sus alumnos y con las familias, así como con el resto de docentes.
Recuerdo que pocas veces tuvimos conflictos estando ella, ya que siempre estaba atenta a cualquier situación conflictiva que pudiese surgir. Transmitía mucha confianza, nos contaba cosas e incluso junto a su pareja hacían juguetes para la clase, me acuerdo de un viernes que llegó su pareja con una casita de madera para las muñecas, ese día la decoramos todos juntos.
Pienso que eso nos ayudó a entender que los objetos hechos a mano tienen un valor y un cariño especial, en general todos los juguetes los cuidábamos pero esa casita tenía un cuidado especial.
En mi opinión transmitir confianza al alumno y a las familias, ayudarle y evitar a que surjan posibles conflictos en el aula o fuera de ella, es una gran labor de un tutor, así como, conseguir ese logro considero que para un docente tiene que ser un reconocimiento a sí mismo muy importante.
Esta docente estuvo tres años más en el centro, por lo que, a pesar de no estar en su clase siempre estuvo atenta a todo nuestro progreso educativo e incluso ayudaba a los docentes a realizar actividades más dinámicas para que no nos costase tanto adaptarnos al cambio.
En mi opinión fue una gran maestra y tutora, pienso que una persona así sí que puede desempeñar correctamente el papel de tutor, ya que, un tutor tiene que dar casi todo de él para poder desempeñar bien el papel.
Los dos primeros ciclos de primaria estuve con el mismo tutor, era una persona mayor que se basaba principalmente en su experiencia, si hablamos de las características que ha de tener el perfil de un tutor podríamos decir que contaba con una madurez y estabilidad emocional buena, era capaz de adoptar una actitud de empatía con todos los miembros del centro escolar y era mediador de conflictos, además de otras características del perfil de un tutor.
En cuanto a las funciones del tutor considero que no llevaba a cabo muchas de ellas, en ocasiones coordinaba el proceso de enseñanza de los alumnos, informaba a las familias de todo lo que pasaba en el aula, atendía y cuidaba a los alumnos en el periodo de recreo…
Además se preocupaba por las diferentes dificultades que pudiesen surgir en algún alumno, aunque nunca llegó a modificar el currículo. Era un tutor que pocas veces trabajaba o contaba con la ayuda de algún otro docente del centro.
En el tercer ciclo de Educación Primaria tuve dos tutores diferentes, los dos eran jóvenes y de sus primeros años de impartir clase, pero contaban con la ayuda del maestro de matemáticas y educación física. Este a pesar de ser joven igual que ellos, contaba con la ventaja de que tenía más experiencia. Por eso los ayudo mucho a saber cómo encaminar las clases. Y esto es lo que creo que es compañerismo, ayudar y saber comprenderse.
Los dos tutores tenían, a pesar de su poca experiencia, una gran variedad de características del perfil de un tutor. Y como he nombrado anteriormente las funciones del tutor las llevaban a cabo, por lo menos algunas de ellas como: atender a las dificultades de aprendizaje, facilitar la integración de los alumnos, coordinar el proceso de evaluación de los alumnos, atender y cuidar a los alumnos en periodos de recreo, informar a las familias… con la ayuda de su compañero.
También contaban con la ayuda de la maestra de música, que a su vez era la tutora del segundo ciclo de Educación Primaria que tenía más experiencia, y que los ayudaba a realizar actividades, a mediar en los conflictos…
Pienso que al contar con un grupo de docentes que nos conocían a todos, y que sabían trabajar en grupo, fue una gran ventaja en toda la etapa de Educación Infantil y Educación Primaria.
En general todos fueron unos grandes tutores, capaces de llevar a cabo su labor de la mejor forma posible, cada uno con sus virtudes y sus defectos pero siempre trabajando en grupo y aprendiendo de sus errores, todo esto nos lo transmitían a los alumnos, que gracias a ellos nos hemos formado viendo el trabajo en equipo.
En mi opinión, creo que trabajar así es una gran forma de hacerlo, no sé si influirá el ser un CRA, quizá sí, pero creo que si se trabaja todos unidos y mirando por un futuro mejor se pueden conseguir grandes cosas. A mí me gustaría poder trabajar en un CRA, ya que he vivido como se trabaja en él, como es el trato de los profesor entre ellos… pienso que es una gran familia, las familias e incluso gente del pueblo ajena a la comunidad educativa colaboraban por un colegio mejor y todos unidos se puede conseguir mucho más.
                              
De mi etapa en la ESO poco puedo contar, tuve unos tutores que no tenían un correcto perfil y que pocas funciones llevaban a cabo, me limitaré  a contar pequeñas experiencias de esos años.
En primero de la ESO conté con la presencia de una tutora que no era capaz de tener una actitud de empatía, ya no solo con los alumnos si no con las familias, no llevaba muy bien ser mediadora de conflictos y en cuanto veía algo extraño en clase hablaba con otro docente y ella se solía desentender del tema.
En segundo y tercero de la ESO tuve unos tutores que al igual que la de primero no se solían responsabilizar de su trabajo. Eran maduros y en ocasiones ayudaban a los alumnos, pero no solían hacerlo a menudo.
En cuarto de la ESO me detendré un poco más, ya que tuve una mala experiencia con la tutora, le pedí ayuda para que me orientase sobre el tipo de bachillerato que debía hacer, (ya que dijo que ella hablaba con el departamento de orientación) pues no se informó bien y no me orientó correctamente, ya que, yo iba por ciencias y me dijo que me tenía que cambiar a un bachillerato de letras para poder estudiar posteriormente Magisterio de Educación Infantil.

En mi opinión, un tutor debería de informarse correctamente para así poder orientar al alumno, ya que un error puede cambiar muchas cosas en la vida de una persona.
En bachillerato tuve dos tutores con características similares, ninguno nos informaba sobre selectividad, por lo que se puede entender que no nos informaban ni asesoraban, además de que no informaban a las familias de nada. Por otro lado, yo personalmente sufría acoso y pedí ayuda tanto al tutor de primero como al de segundo de bachillerato, y ninguno fue capaz de mediar el conflicto, no hacían fácil la integración de todos los alumnos en el aula. Es más, en los dos años era el profesor de historia quien se hacía cargo de las funciones del tutor y quien tenía un perfil propio de tutor.
Terminaré diciendo que a pesar de haber tenido tutores buenos y no tan buenos puedo estar satisfecha, ya que he aprendido muchas cosas de unos y de otros, bien es cierto que se puede conseguir mejor el trabajo en el aula con una buena función pero también se pueden aprender grandes cosas al ver la ayuda de otros docentes, o la implicación de estos en un trabajo que en un primer momento no los pertenecen.
En mi caso, creo que intentaré llevar a cabo todas o la mayor parte de las características del perfil de un tutor y las funciones, para así conseguir tener un mejor ambiente en clase, y que, si se me da la ocasión ayudaré a mis compañeros e incluso a los demás alumnos aunque no los de clase, porque como he dicho antes, creo que la mejor forma de aprender es estando unidos, ayudándonos unos a otros y sin miedo a tener errores, ya que, de todos los errores se aprende.
Por último añadir que me he basado más en la etapa de Educación Infantil y Primaria porque creo que están más cerca a nuestro futuro trabajo laboral, aunque en general todos los tutores deberían de responsabilizarse de su grupo.

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